En el silencio del día platicó y reflexiono un momento en mi
red social privada. Somos pocos pero locos definitivamente. Hace tiempo identifique
a un ente que lo denomine EL HATER. Tenía el poder la red social, su voz era
muy fuerte, experto en infundir miedo y controlador a más no poder; un juez muy
duro. Al hablar los demás, dentro de esta red social sobre salir de la zona
segura, era el primero en decir NO. Se han librado batallas épicas en estos
años y poco a poco hemos logrado negociar y hacerle entender al Hater que baje
la voz, no siempre tiene la razón, que es parte importante de este sistema
llamado YO. Lo que al parecer entendió que definitivamente como estaba actuando
no era conveniente para todos y que los resultados son en negativo. En otro
momento hablare del resto de los usuarios de esta rede social que habita en mi
servidor llamado Cerebro.
Pues bien, el punto de hoy al hacer el silencio del día y
entrar en mi red social (aún no le pongo nombre) fue al momento de hacer la
comida. Los diálogos fueron muy profundos y sanadores.
Todo inicia al recordar que dentro de una comunidad de mojes
budista el más importante es el cocinero. Él prepara la comida para todos en
dicha comunidad y que va incluida su energía y sentimientos en cada cucharada,
meneo, corte, etc. al preparar los alimentos. Siempre concina con amor.
Me di cuenta que tengo la dicha de cuidar a mi familia y
preparar los alimentos que se comerán y que son cocinados con mucho amor para
ellos.
Es estar y ser parte funcional de este sistema llamado
familia. Por cuestiones de la vida mi padre no se dio la oportunidad de
prepararme la comida, pero con mayor razón preparo la comida con el doble de
amor por él y por mí. Sanando mi linaje.
Inesperadamente escucho la voz del Hater, con un tono de “te
quiero estresar “ y dice: apúrate que se te acaba el tiempo y tienes que
limpiar. No vas a alcanzar a ir a correr”
Comento esto porque he adoptado realizar la limpieza de la
casa. Barrer, trapear y sacudir. Sí, algo así como el Esperancito. Pero, mi
concepto va más allá. Va enfocada hacia la mente. La mente debe de ser purificada,
dándole un mantenimiento a diario de todos los pensamientos y sentimientos. Darte
la oportunidad de procesarlos y limpiarlos. De lo contrario serás un excelente
candidato a tener un caos mental y proyectarlo a tu entorno con suciedad, acumulación,
etc.
Aparte de que nada me pasa si tomo una escoba o trapeador, a
mi abuela le parecía mal que yo lo hiciera. ¿Qué cosas no?
Al final logre ir a correr al cerro sin problema y con esto
compruebo que el 95% de lo que pensamos no pasa y por estar en la rumiación
mental el Hater logra estresarnos.
Hasta el próximo posteo…
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